LA EDUCACIÓN, REFLEJO DE UNA SOCIEDAD EN DECADENCIA

educación violencia y acoso


Sin autoridad, arriba la memez, abajo el esfuerzo.

 

Hola:


Según parece, el gobierno ha llegado a un acuerdo con las Comunidades Autónomas para reformar las reválidas de la Lomce. De esta manera se suaviza el camino hacia el acuerdo de una nueva ley educativa. Todos parecen contentos. Se ha alcanzado el pacto y las aulas holgarán con la paz educativa.


Como las reválidas eran el obstáculo, pues nada, se suprimen y punto. Lo que se ha demostrado inútil a lo largo de más de 30 años continuará. Nadie puede ser discriminado. Así, el derecho al estudio se convierte en el derecho a la titulación, con independencia del conocimiento y aunque luego eso no sirva para nada.


Seguiremos como antes, siendo el país con mayor número de “sabios”. Un país donde no habrá tontos, porque por decreto se niega su existencia. Y continuaremos confundiendo el legítimo derecho que toda persona tiene a la educación, con la obligación que ella tiene al trabajo y al esfuerzo que supone aprender aquello que por mérito le es dado por la sociedad.


Como las reválidas eran el obstáculo, pues nada, se suprimen y punto. Lo que se ha demostrado inútil a lo largo de más de 30 años continuará.


Mientras tanto, el nivel de conocimiento rueda pendiente abajo. El profesor es despojado de la auctoritas y los alumnos marcan las pautas. Un mundo al revés, que se enfrenta a la razón, donde el aprendiz es quien guía al maestro. Así, una sociedad cada vez más torpe, con menos valores y más devaluada, admitirá que cualquier inepto acceda al poder. Un suicidio en toda regla.


Hace un par de semanas El defensor del profesor en su portal del mismo nombre, publicaba el ‘Informe Defensor del Profesor 2015-2016’. En él menciona que 1.961 docentes de toda España habían solicitado ayuda a esta organización, a lo largo del último curso.


La noticia hace un desglose de la tipología de los casos atendidos y los divide en tres grupos, los referidos a alumnos, los provenientes de relaciones con compañeros y los relacionados con los padres.


De los datos que expone el informe llama la atención que casi un tercio de los alumnos demuestra una notable falta de respeto hacia el profesor, al tiempo que el ciber-acoso, (grabaciones, fotos e Internet) llega al 19%. Respecto a los padres cabe resaltar que la mitad de las acusaciones que estos formulan carecen de fundamento, al tiempo que un 29% de ellos recurren al acoso y amenazas contra el profesorado.


Seguiremos como antes, siendo el país con mayor número de “sabios”. Un país donde no habrá tontos, porque por decreto se niega su existencia.


Otro dato significativo es el relacionado con el estado anímico. Según los datos, el 57% de los profesores que acudieron solicitando ayuda presentaban cuadros de ansiedad y el 7% depresión.


Lo que indica este informe no es nuevo. Hace bastantes años que las aulas se han convertido en todo menos en lo que deberían ser, un lugar donde el maestro enseña y el alumno aprende.


Hace un par de lustros, allá en 2006, el estudio Cisneros VIII sacaba a la luz un detallado informe sobre la violencia contra los profesores en la Comunidad de Madrid.


El estudio derribaba una serie de mitos que se habían establecido como verdades en la sociedad. Por su interés reflejaré cuatro de ellos, dado que todavía se siguen invocando como verídicos por cierta parte de medios y grupos interesados en mantener el statu quo.


a)- La violencia no ha aumentado en los centros, es la misma que antes. Siempre ha existido violencia, solo que ahora hay más sensibilidad.


Pues bien, el 92% de los profesores opinaba que “la violencia se ha incrementado en los últimos años”


b)- La violencia, si se produce, tiene una incidencia marginal. Se trata de casos aislados o puntuales que no tienen un efecto relevante.


c)- La violencia es trivial. No produce daños significativos en quienes la padecen. Depende de la sensibilidad del profesor.


Según los resultados del estudio “el abandono de la tarea educativa por parte de los padres”, “la violencia de la sociedad”, “la crisis de valores” y “falta de recursos para imponer la disciplina”, eran las principales causas de la violencia.


d)- Los padres no participan de la violencia en los centros.


Para más del 36% de los docentes los padres ejercían violencia hacia el profesorado.


Parece que la enseñanza se haya vuelto una profesión de riesgo. Tal vez deje de ser vocacional y se convierta en un mero trabajo de supervivencia.


Asimismo, se reflejaba en el informe que el 90% de los centros de enseñanza estaban afectados por actos de violencia. Desde las verbales que representaban un 90%, hasta las físicas que superaban el 28%.


Respecto a los profesores, más del 40% manifestaba sufrir violencia física o verbal en su trabajo.


Visto todo lo anterior, parece que la enseñanza se haya vuelto una profesión de riesgo. Tal vez deje de ser vocacional y se convierta en un mero trabajo de supervivencia, más proclive a la valentía que a la excelencia.


Lo cierto es que la enseñanza ha derivado, desde hace más de 30 años, en un conflicto de obscuros intereses que ningún político quiere cambiar. Da la sensación de que no le importa a nadie la preparación de niños y jóvenes, como si conviniese, sepa usted a quién y por qué, que la ignorancia se sitúe y crezca en los inocentes cerebros de las nuevas generaciones.


Da también la impresión de que la enseñanza es el negocio de pocos a costa de muchos; que la obligación no existe porque la ha engullido el derecho; que enseñar es perjudicial si el que aprende se niega a ello; que debe ser el alumno quien demande lo que quiere aprender; que los padres acomodan su responsabilidad sobre espaldas ajenas, que luego flagelan ante cualquier contratiempo.


Las palabras de Diego Luis Córdoba me sugieren una pregunta: ¿se encuentra la actual sociedad más cerca de la libertad o de la servidumbre?


Demasiados intereses volcados en la educación, que debería dejar de estar manipulada por el poder en sus diversos estadios. La enseñanza, la educación, la preparación de los más pequeños e indefensos no puede ser dejada exclusivamente en manos del Estado. Si los padres no toman conciencia de ello y recuperan la responsabilidad que les es propia en la educación de sus hijos, se seguirá usando como instrumento político y mucho me temo que para servicio de su amo.


Las palabras del abogado y político colombiano Diego Luis Córdoba: “Por la ignorancia se desciende a la servidumbre, por la educación se asciende a la libertad”, me sugieren una pregunta: ¿se encuentra la actual sociedad más cerca de la libertad o de la servidumbre?


Saludos.

 

T.McARRON

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