Tantas reflexiones como meses
Hola:
Un esbozo de lo que a mi entender ha supuesto este año.
Enero. Tras la resaca electoral.
Mal empezaba este año en lo político. Las elecciones generales del 20 de diciembre habían dejado un mapa complejo. Demasiado complicado para la inanidad de todos los actuales políticos, más interesados por su bien personal que por el general.
El narcisismo de los nuevos, la necedad y ansia del perdedor junto a la parsimonia del ganador formaban un brebaje, que no por esperado les resultaba difícil de ingerir. Y el parto se iba a demorar.
Febrero. Se confirma la invasión migratoria.
Desde hace años las oleadas migratorias hacia Europa han ido en constante aumento, si bien es a partir de 2014 cuando las cifras se disparan. Los europeos se han ido acostumbrando al fenómeno, han abierto sus casas y dejado por el camino sus raíces, permitiendo que la vieja Europa se convierta en asilo de la embaucadora multiculturalidad.
Ya no se trata sólo de pateras o saltos de vallas, la migración llega a modo de marcha verde y en lo que va de año se introducen, atravesando Grecia, más de 100.000 personas camino de Centroeuropa.
Marzo. Primer mes de luto por atentado islamista.
En la mañana del día 22 el aeropuerto bruselense de Zaventem, junto a la red de metro de la capital belga, se tiñen de rojo. El ataque terrorista, reivindicado por el ISIS en su doble localización, acaba con la vida de 32 inocentes a los que hay que sumar 340 heridos de diferente gravedad.
Una vez más Europa es objetivo de los terroristas islámicos, que no dudan en reivindicar su lucha contra occidente, mientras la inmensa mayoría de políticos europeos siguen escondiendo la cabeza bajo el ala.
Abril. ¿Dónde quedó aquel PP?
Desde 2008 el PP ha ido cambiando su génesis, esa que regía su identidad como partido conservador y de derechas. A partir de entonces el Rajoy que visitó Mexíco ha ido moldeando el partido conforme a los intereses de su “señor”.
En este mes se aprobaba en la Comunidad de Madrid, con los votos de Psoe, Podemos y Ciudadanos y la abstención del PP, la “Ley de Protección Integral contra Diversidad Sexual y de Género”. Una forma eufemística que, utilizando la manipulación del lenguaje, pondría la primera piedra para amordazar a todo aquel que ose discrepar de ella. Un paso más hacia ese “cambio social” exigido por grupos de poder como el lobby LGTB y otros, todos ellos a las órdenes de ese nuevo orden mundial.
Mayo. Un año de municipalismo “podemita”.
Este mes se cumplía un año desde que Podemos y sus confluencias llegaron al poder municipal en las principales ciudades españolas. En ese corto espacio de tiempo, en especial Carmena en Madrid y Colau en Barcelona, han hecho gala de sus cualidades de mando, obsequiándonos con todo un derroche de despropósitos.
El amiguismo cuando no el nepotismo, el amparo a la “okupación”, el patrocinio de lo soez, la defensa del delincuente, el recelo hacia lo patrio, el ataque a lo cristiano, el odio al adversario y el menosprecio al ciudadano, son algunos de los patrones que han marcado ese primer año de gobierno.
Junio. Gran Bretaña dice adiós a la Unión Europea.
Probablemente el inepto Cameron nunca acabará de creérselo, pero los ingleses hartos de la sumisión a los burócratas europeos optaron por abandonar el club. Una vez más los ingleses volvieron a mostrar su egolatría, dando un primer golpe a la enaltecida globalización.
Otra vez se demostró que las encuestas y los estudios de opinión no sirven para nada y que la gente empieza a estar harta de ser utilizada.
Pasado medio año, la relación entre Gran Bretaña y la Unión no parece haber cambiado mucho, lo que hace suponer que todavía cabe una rara solución a este divorcio. Si así fuera, ¡vaya usted a saber cuál!
Julio. Zapatero y Venezuela, Niza y Turquía.
Un mes de por si vacacional propicia, con el visto bueno del Gobierno, la visita de Zapatero a Maduro, con principio mediador y final turístico. Mientras, en Europa vuelve a correr la sangre y en Turquía los palos.
De nuevo el islamismo, en la persona de un tunecino residente, se encarga de sembrar el terror en la ciudad francesa de Niza. El resultado de la barbarie, 85 muertos y 303 heridos. No era el primero del año ni sería el último, aunque sí el mayor por número de víctimas.
También en Turquía se produce momentos de terror como consecuencia del fallido “golpe de estado”. La purga masiva llevada a cabo contra los insurrectos, civiles y militares, deja decenas de miles de afectados, algunos de ellos pasados por las armas.
Agosto. Juegos Olímpicos en Rio.
Los XXXI Juegos Olímpicos de Verano, los primeros celebrados en Suramérica, no pasarán a la historia por ser los mejores. Ni en lo que respecta a organización, ni por su espectacularidad, ni tampoco por las marcas obtenidas. Más allá del prodigioso Michael Phelps, -5 oros y una plata- y de la gran Katie Ledecky -4 oros y 1 plata- poca cosa más que resaltar.
Tal vez sean recordados más por el escándalo que supuso la exclusión por dopaje de 118 atletas rusos, la inclusión del Equipo Olímpico de Atletas Refugiados o la participación de atletas transgenero, aquellos que aún no han procedido al cambio de sexo mediante cirugía.
Septiembre. El PSOE se deshace de Sánchez.
Al final llegó la cordura al “aparato” del partido y se hizo frente a un sujeto inepto, intelectualmente gris, torpe, despótico y ansioso por alcanzar el poder al precio que fuera. Un verdadero peligro, que hubiera acabado por demoler lo poco que queda de España.
El caso Sánchez viene a demostrar una vez más la escasa, por no decir nula, excelencia que se precisa para alcanzar un puesto de responsabilidad en la esfera política. O lo que es peor en la toma del poder. Por desgracia lo venimos padeciendo desde hace tiempo y no parece ser que haya interés en poner remedio a este peligro.
Octubre. Por fin nace el “decamesino”.
Al final sus señorías pusieron de acuerdo y, bisturí en mano, procedieron a hacer la cesárea. Fueron necesarias dos elecciones, más de 300 días sin gobierno y una “muerte súbita” para que al final se pariera uno. Digo lo de parir con recelo, ya que lo alumbrado no parece muy saludable y duradero, aunque siempre quepa la duda de que lo que suceda sea para mejor.
En todo caso la paz del cementerio parece augurar pocos movimientos hasta bien mediado el año próximo.
Noviembre. Los americanos optan por Trump.
Contra todo pronóstico, máxime visto con los ojos de Europa, los votantes americanos eligen a Trump como presidente. Nuevamente las encuestas yerran en sus pronósticos, tal vez porque para sus promotores pesaba más la intención de influir que la objetividad.
Asimismo, resulta más que cuestionable el papel de los medios de comunicación, especialmente los europeos y en particular los españoles, por su afán de menoscabar y defenestrar al candidato republicano. Algo que a algunos nos recuerda lo sucedido en 1980 con el también candidato Ronald Reagan. Convendría hacerse unas preguntas, ¿Por qué y para qué ese interés?
Diciembre. Al final se libera Alepo.
La liberación de la ciudad siria de Alepo ha supuesto el fin de una dura batalla que desde 2012 venían manteniendo el ejército sirio y las tropas rebeldes del Daesh. Una importante noticia que no ha sido valorada de igual forma por los medios occidentales, muchos de los cuales parecen lamentar que las fuerzas sirias sigan siendo fieles a su presidente Bashar Asad.
Alepo ha sido el lugar de referencia del conflicto que padece Siria y ha sido utilizado por los medios occidentales para predicar la maldad del régimen, hasta el punto de embadurnar con falsas imágenes el sufrimiento de la población y en particular el de los niños.
Saludos y feliz 2017.
T.McARRON